Microrrelato: Profesión

La habían llamado a la última entrevista con el director general, quien posiblemente llegaría a ser su jefe. Hombre de unos 50 años, perteneciente a una de las familias más acaudaladas del país. Una conversación que se paseaba entre los profesional -logros, metas, estudios- y lo personal. Ella le comentó que tiene dos hijas, ocho y diez años. No le contó que su esposo, profesional de la medicina, había optado por ser la figura principal en la crianza de las hijas para que ella desarrollara su exitosa carrera. Menos mal, porque cuando el neandertal de enfrente, le comentó que también tenía dos hijas, pero que no las iba a mandar a la universidad porque sería un desperdicio de dinero cuando se casaran, ella supo cuál era su lugar: lo más lejos posible de ahí.







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