Microrrelato: Educación = Evolución

Para tener recién doce años cumplidos, sus tamales tienen muy buena sazón, aunque a veces se la debe ingeniar con algunos ingredientes que faltan en casa. Letty los aprendió a hacer de su abuelita primero, y después de su mamá. Su hermanito Jonathan, 3 años menor, es fan número uno de su cocina. Por la mañana, antes de irse él a la escuela, le pide huevos revueltos con doble porción de frijoles. Al medio día, ella le espera con el caldo de gallina que se coció mientras lavaba y tendía la ropa. En la noche, después de la cena, ella le pide a él que le lea la receta que salió ese día en el periódico. Mamá regresará cerca de la media noche recién, después que termine su turno limpiando las habitaciones del Motel Bautista




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